En líneas generales tienen bajas expectativas hacia los postulados y a que puedan constituir un cambio; más bien creen que seguirán la línea del presidente Horacio Cartes.
De acuerdo con el trámite constitucional, el Ejecutivo tiene 30 días para elegir a uno de los ternados y precisa del acuerdo de la Cámara Alta.
“Creo que una gran mayoría tenemos una expectativa no muy alentadora después de conocer la terna. Es como que el propio sistema garantizó con esta terna el mantenimiento del status quo”, consideró Hugo Richer, del Frente Guasu.
Alegó que existen dudas sobre la credibilidad del Ministerio Público con la gestión de Díaz Verón, ya que se avanzó muy poco en investigaciones y denuncias sobre narcotráfico, así como agentes públicos sobre falsos positivos.
Refirió que hay denuncias que los tres integrantes de la terna tienen vínculos fuertes con el oficialismo.
El liberal Luis Alberto Wagner cree que es imposible que haya una peor terna. Cuestionó además de la preparación académica, la actuación de Díaz Verón y Acuña. “No genera ninguna posibilidad de que alguno de ellos sea creíble”, sentenció, alegando que ambos ejecutan el papel de perseguir a los opositores.
A su criterio, el actual fiscal general debería ser enjuiciado políticamente y destituido por la muerte del joven dirigente liberal Rodrigo Quintana.
El disidente Luis Castiglioni se manifestó más mesurado y consideró que no se debe tratar este tema de forma apresurada sino más bien analizarlo con tiempo.
El liberal Carlos Amarilla manifestó que los miembros del Consejo de la Magistratura cumplieron la función de lacayos, y los trató de inútiles y desvergonzados, mientras que su colega Fernando Silva Facetti esperaba más pluralidad.