El inicio de este proceso se produce dos días después de la firma por Moscú, aliado del régimen de Bashar al Asad, y Turquía, apoyo de los rebeldes, de un memorándum que prevé la creación de cuatro “zonas de distensión” en Siria.
En los más de seis años de guerra en el país se han implantado varios acuerdos de tregua o alto el fuego, antes de fracasar.
Este plan parece sin embargo más ambicioso ya que prevé una vigilancia de estas “zonas de distensión” por las fuerzas de los países garantes.
El acuerdo comenzó a aplicarse el sábado a medianoche (viernes 21.00 GMT), pero entrará realmente en vigor el 4 de junio, cuando estas zonas serán exactamente definidas, con una validez de seis meses renovables.
El texto, sin embargo, no prevé explícitamente si los combates deben concluir inmediatamente ya que ni el régimen sirio ni los rebeldes anunciaron un cese de las hostilidades.
En las zona de distensión no podrán operar las fuerzas de la coalisión lideradas por Estados Unidos.