Después de nueve prórrogas y superar el último plazo autoimpuesto, la presidenta Michelle Bachelet anunció la noche del domingo en cadena nacional el envío al Congreso de la última y más esperada ley de reforma de la educación en Chile: la gratuidad universal a nivel universitario.
“Con el (proyecto) cerramos el ciclo de las leyes de la gran reforma educacional que iniciamos en el 2014 y que va desde las salas cunas hasta la educación superior”, señaló la mandataria al ofrecer detalles del proyecto de ley, exigido en las calles desde 2006.
Pero la gradualidad del proyecto y los plazos difusos de implementación de la gratuidad no conformaron a nadie.
“El proyecto no termina con el negocio de la educación. No cambia sustancialmente lo que hay hasta ahora”, dijo Camila Rojas, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, la principal agrupación que encabezó las numerosas marchas bajo la consigna “educación pública, gratuita y de calidad”. afp