Monseñor Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción, presidió la misa central de esta fiesta católica, pero antes bendijo e inauguró las mejoras del templo parroquial, que continúa en proceso de remodelación y ampliación.
Resaltó lo hermoso que es celebrar la fiesta de los dos santos pilares de la Iglesia Católica e invitó a los fieles a rezar por todos los miembros de la comunidad, de la parroquia, por las familias bien constituidas y las que no. “Todos somos bendecidos aunque vivamos en el pecado”, señaló el arzobispo.
Asimismo, destacó que la misión de los presentes es la evangelización, anunciar a Jesucristo. Denunció las nuevas esclavitudes y sostuvo que los fármacos pueden ayudar, pero no curan, “solo se cura cuando alguien se entrega de lleno a Dios y de la oración humilde pide sanación”.
Nuevamente dijo que como católicos se debe oponer a las ideologías de género, al aborto, eutanasia y al matrimonio gay.
Con motivo de su fiesta, la parroquia inauguró una nueva tienda de artículos religiosos Kephas y la Cantina Saludable de la escuela parroquial.