Las máquinas, un Subaru Impreza con chapa BRP 535 y un Toyota Corolla sin matrícula, empiezan a presentar un estado de oxidación y generan molestias y peligros en el lugar, ya que los buses escolares deben realizar arriesgadas maniobras para bajar a los alumnos.
Según los vecinos, ambos rodados serían propiedad de una familia, que reside en ese sector de la ciudad.
Alejandro Aquino, encargado general de la citada institución educativa, explicó que tanto docentes como padres de estudiantes realizaron reiteradas denuncias y pedidos de retiro de los automóviles abandonados a la Comuna capitalina, pero que a la fecha, fueron ignorados.
“Por Mayas entra una multitud de criaturas. Y esos autos abandonados son un peligro para ellos. Acumulan agua y eso es de alto riesgo por el tema del dengue y la chikungunya”, expresó.