Después de casi 10 años de mantener las tasas de interés en el mismo nivel, la Reserva Federal de los Estados Unidos aprobó el aumento. Esta decisión fue el resultado del mejoramiento de las condiciones económicas en Estados Unidos.
Los indicadores muestran una leve aceleración del crecimiento en los últimos meses, los gastos de los hogares crecieron, se estabilizó la situación del sector de la vivienda y mejoró el mercado laboral por la reducción del desempleo. No obstante, otros indicadores reflejan debilidad, como las exportaciones.
Si bien no se pueden anticipar los resultados con rigurosidad, esta medida podría incrementar la volatilidad de los mercados internacionales, situación que debería preocupar a Paraguay dada su histórica debilidad en este sentido.
La volatilidad afectará más, probablemente, a los países emergentes como Brasil, Turquía, Sudáfrica y Rusia y por esta vía también podría tener repercusiones en nuestro país dada la fuerte dependencia y cercanía geográfica del Brasil. Si la economía europea también se resiente, podríamos esperar alguna repercusión. Muchas de las exportaciones paraguayas van dirigidas a países emergentes o desarrollados que probablemente acusarán el impacto.
De manera directa, el fortalecimiento de la economía norteamericana mostrada por el incremento de la tasas de interés tendrá por lo pronto dos efectos. El primero, la presión sobre el tipo de cambio, que de hecho ya venía en aumento, acercándose a 6.000 guaraníes por dólar. En segundo lugar, los capitales tendrán más incentivos para migrar hacia el país del norte, lo que afectará a la inversión extranjera directa en Paraguay.
Habrá que esperar a ver los efectos sobre la deuda externa que vendrán en los dos sentidos, por el aumento del tipo de cambio y de las tasas de interés. El Ministerio de Hacienda debería informar cuál será su implicancia a corto, mediano y largo plazos. No hay que menospreciar que el endeudamiento aumentó a tasas excesivamente elevadas en los últimos años.
Frente al contexto internacional que agrega variables a la incertidumbre, las autoridades económicas deben contar con información y análisis rigurosos para sustentar las políticas económicas de corto, mediano y largo plazo.
La Cumbre del Mercosur constituye una oportunidad para discutir de qué manera la región puede coordinar sus políticas macroeconómicas para enfrentar los próximos años.
Si bien hay desconcierto sobre el futuro económico, existe la certeza de que estos cambios no son coyunturales, por lo tanto Paraguay debe contar con medidas que garanticen una trayectoria estable hacia el desarrollo.