La mejor manera de asegurar y aumentar los ingresos monetarios de la población trabajadora es creando puestos de trabajo también para mano de obra no calificada así como transformando subempleo en empleo pleno, formalizando los pagos tanto del salario mínimo legal (SML) como por encima de él y pagando remuneraciones por buen desempeño. Además, brindando asistencia técnica y crediticia a microempresas y emprendimientos, urbanos y rurales.
DESEMPLEO Y SUBEMPLEO. Los datos demográficos 2015, de la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC), en cifras redondeadas, dan cuenta de lo siguiente: población total del país 6,9 millones de habitantes; en edad de trabajar 5,7 millones; población económicamente activa PEA 3,5 millones; población ocupada 3,3 millones; desempleo abierto la diferencia, es decir, cerca de 200.000 personas y subocupación unas 665.000. En porcentajes, desempleo abierto 5,3% y subempleo 19%.
Sumando desempleo y subempleo, se tiene que los peor posicionados en el mercado del trabajo fueron en ese año más de 850.000 personas.
INGRESOS INFERIORES AL SML. Aproximadamente, el 30% de la población ocupada y asalariada (empleados y obreros públicos y privados), que cuenta con empleo estable, percibe ingresos inferiores al SML. Teniendo en cuenta una PEA de 3.500.000 personas, eso significa que unos 1.050.000 ciudadanos en el 2015 se hallaban cobrando en promedio mensual remuneraciones por debajo de 1.824.055 guaraníes, el salario mínimo actual.
DAMNIFICADOS. Si se suma el número de desempleados y subempleados a los que perciben menos del SML, la población que no encuentra trabajo o que trabaja a medias o que trabaja mucho pero sin percibir el mínimo legal, se obtiene más de 1.900.000 personas sin trabajo o trabajando poco o mal remuneradas. Representa el 28% de la población total del país.
ESCENARIO ACTUAL. En ese contexto, realizar aumentos nominales del salario mínimo legal SML, sin aumentar suficientemente el número de puestos de trabajo habilitados para mano de obra también no calificada, sin transformar tampoco subocupación en empleo pleno ni formalizando las remuneraciones por lo menos al nivel del SML ni mejorando asistencia técnica y crediticia para microempresarios urbanos y rurales, eso sería perjudicar el poder adquisitivo de todos ellos. Esto es debido a que el aumento del SML no significa automáticamente el incremento de puestos de trabajo habilitados ni la transformación de la subocupación en empleo pleno ni elevar ingresos precarios al nivel del SML. Por el contrario, en esas condiciones, el aumento del SML por encima de los niveles reales de pérdida del poder adquisitivo de los ingresos monetarios de los trabajadores sería aumentar la inflación con efecto inmediato. Lo que significa que en la práctica el aumento nominal de los haberes monetarios solo para los que perciben el SML o por encima de él se vuelve sumamente efímero. Hacerlo en esas circunstancias, es volver permanente la siniestra ecuación “aumento del SML = aumento de la inflación = pérdida del poder adquisitivo de todos”.
REMUNERACIONES POR DESEMPEÑO. Es más conveniente por eso mantener los pagos del SML vigente actualmente, complementándolos con remuneraciones por buen desempeño. Estas son gratificaciones por aumento de productividad. Remunerar por trabajar mejor no tiene repercusiones inflacionarias.
NO A AUMENTOS AUTOMÁTICOS DE SML, SIN REFORMAS. Si, además, se legalizan ahora incrementos automáticos de salarios mínimos cada año, sin las mencionadas reformas estructurales, es poner en funcionamiento por ley el “gatillo fácil: a mayores salarios nominales, mayor inflación”, lo que instalaría pérdidas automáticas de poder adquisitivo en todos los segmentos laborales: para desempleados y subempleados, para los que perciben menos o más del SML, para microempresarios urbanos y microproductores rurales.