“Los ciudadanos que están aquí no están armados. Son pacíficos, no son terroristas ni separatistas”, asegura Serguii Naponski, del movimiento que controla el edificio, vigilado por encapuchados.
“Lo único que quieren es que el gobierno los escuche”, agrega. Al preguntársele si quieren unirse a Rusia o formar parte de una Ucrania federal, contesta: “Por ahora no sabemos”.
Naponski prefiere el federalismo dentro de Ucrania: “Tenemos potenciales económicos distintos y culturas diferentes con respecto a las regiones del oeste”, señala.