La emisión de los primeros Afidi (Acreditación Fitosanitaria de Importación) se da como consecuencia de la caída de la producción del tomate nacional y, por ende, la suba de sus precios, explicó Nelson Fariña, director de Protección Vegetal del Senave.
La semana pasada, el tomate costaba G. 70.000 por caja de 20 kilos en el Mercado de Abasto. Esta semana la misma caja se encuentra a G. 80.000, agregó el funcionario.
Los precios en los supermercados de plaza son aún mayores. Por kilo, se vende el tomate en promedio a G. 9.000.
Para volver a un precio que satisfaga tanto al consumidor como al productor, se dan estos permisos para la importación, que estuvo bloqueada durante los meses de superproducción del tomate.
En ese tiempo, los productores se vieron obligados inclusive a tirar las verduras, ante la falta de mercado y bajos precios. En ese momento, el precio máximo de la caja de 20 kilos era apenas de G. 50.000. Por kilo, se comercializaba a G. 800, en finca.
En el último mes, la producción del tomate bajó en un 50%, confirmó, por su parte, Ciro González, representante de la Cámara Frutihortícola del Paraguay (CFP).
Esto fue discutido esta semana con los técnicos del Senave, antes de la autorización de la importación. De hecho, todos los lunes evaluarán la situación de los precios y si es pertinente mantener abierta la posibilidad de recibir productos extranjeros.
No obstante, esto despierta nuevamente el temor en los productores, ya que se acrecienta la posibilidad de que ingresen toneladas de contrabando, manifestaron.
“Hablamos de la habilitación de la importación con el compromiso (del Senave) de que se controle el contrabando”, dijo González.