LONDRES - GRAN BRETAÑA
Los intentos de los legisladores británicos proeuropeos por temperar el plan de brexit de la primera ministra, Theresa May, experimentaron un impulso ayer, cuando un miembro de su propio partido criticó su estrategia antes de las votaciones parlamentarias que pondrán a prueba a su Gobierno.
Hoy lunes comienza un debate de 3 días sobre una ley que dará derecho a May a poner en marcha el adiós británico a la Unión Europea. Después vendrá una serie de votaciones para ver si se añaden condiciones extra a su plan de empezar las negociaciones el 31 de marzo. Los legisladores votaron de forma abrumadora en favor del principio de la nueva ley la semana pasada, indicando que es improbable que May pueda ser bloqueada en su intento de activar el brexit. Sin embargo, necesitará el apoyo de todo su partido para aprobar la estrategia sin alteraciones.
Ayer surgieron las primeras señales de disensión en el seno del Partido Conservador, situación que si se extiende podría terminar enmendando la ley, dañando la autoridad de May a nivel local y dando a los negociadores europeos un poderoso ascendente en las conversaciones para consumar el divorcio. “Podríamos tener que enfrentarnos a la perspectiva de abandonar la UE ‘cayendo de un precipicio’ –como algunos describieron una salida sin acuerdo– con consecuencias económicas potencialmente desastrosas”, dijo el parlamentario Neil Carmichael. May aseguró que el Parlamento podrá escoger entre aceptar el acuerdo que alcance con la UE o rechazarlo y salir del bloque sin un acuerdo sobre asuntos como el comercio y la inmigración.