La metodología fue dinámica, pero limitante. Los expositores hablaron de sus posturas haciendo un recuento de la situación de la crisis de la UNA señalando como los responsables “a la claque que gobierna en todas las instancias de gobierno”. Los participantes tuvieron 3 minutos para plantear sus preguntas.
De todos los expositores, quien más recibió preguntas del auditorio fue el vicerrector Héctor Rojas, cuya perspectiva de reforma como miembro de los órganos de gobierno de la institución fue cuestionada en varias ocasiones.
Los estudiantes –como la universitaria Amalia Ríos de Medicina– aprovecharon la presencia del segundo en el Rectorado para pedirle que convenza al auditorio por qué los docentes están en contra de la conformación del Consejo Superior 3-2-2 y Asamblea 7-4-4.
Rojas respondió a la estudiante que él no la convencería de su postura 4-2-2 y 8-4-4 como tampoco ella lo haría, cerrándose a debatir. Esta respuesta fue tomada por el auditorio como una muestra de que la claque quiere seguir imponiendo su mayoría para cuidar sus privilegios.
Los representantes Herbert Segovia (Ingeniería) y Paola Pusineri (Medicina), del movimiento #UNAnotecalles –que surgió de la Primavera estudiantil en 2015 y que hoy lucha por la reforma– ratificaron una vez más que los ejes innegociables a tratar en la Asamblea Universitaria el 1 de noviembre siguen siendo: Que ningún estamento tenga mayoría propia, la limitación de los cargos de confianza y la no reelección consecutiva.
Tanto padres, estudiantes como egresados coincidieron en que ven a la UNA sumida en una crisis y denunciaron a las autoridades de perseguir y criminalizar la lucha universitaria.
Discusión. El vicerrector negó estas acusaciones y alegó que los estudiantes se olvidaron que ellos en tres oportunidades privaron a los asambleístas de su libertad, tratándolos de criminales. Y nuevamente el público ratificó en su posición de que los criminales son otros.
Las madres María Graciela Escobar y Graciela Gill salieron a defender la reforma que los estudiantes piden señalando las prácticas poco profesionales de las autoridades de la UNA. Ambas pidieron explicaciones sobre la supuesta orden que recibieron los guardias privados para golpear a los universitarios y del por qué no corren los sumarios para los cuestionados docentes de Medicina.
Otro tema criticado en la audiencia fue la convocatoria de las elecciones en momentos de crisis institucional.