El liberal Víctor Ríos inició el debate y dijo que lo sucedido es peor que aquel juicio político a Fernando Lugo porque ni siquiera cuidaron las formas. “En vez de llevarse a cabo una sesión pública, lo hicieron a escondidas. La mayoría debe imponerse conforme a las leyes establecidas”, remarcó.
Otros que se manifestaron en el mismo tenor fueron Antonio Buzarquis, Amado Florentín, Eusebio Alvarenga y Dionisio Amarilla, quien incluso habló de inmolarse y criticó la actuación de la Fuerza Pública, dentro y fuera de la sede parlamentaria.
La diputada por Avanza País, Rocío Casco también se expresó en el mismo sentido y al igual que sus colegas manifestó que en el Senado “se violaron las reglas básicas del Estado”.
DEBATE LIBRE. La diputada independiente, Olga Ferreira solicitó que se declare debate libre sobre el tema, “teniendo en cuenta la gravedad de lo ocurrido”. Sin embargo, el liberal llanista Édgar Ortiz se opuso, argumentando que “ya hubo mucho plagueo y había muchos puntos en el orden del día”.
Los colorados oficialistas apoyaron la postura de Ortiz. Ante esto Ferreira decidió abandonar la sesión, acompañada por una mayoría de liberales, pero se quedaron 9, también salieron los de Avanza País, Encuentro Nacional y un sector de los colorados disidentes. Justamente el disidente José María Ibáñez calificó lo sucedido como aberración juridica-política. “Nos estamos suicidando políticamente”, dijo.
El cartista Clemente Barrios defendió lo actuado en la Cámara Alta y criticó a Ferreira, de quien dijo que “solo habla fuerte”, acotó.