Su calvario inició a los 5 años aproximadamente. Era pequeña y no entendía lo que pasaba. Con el paso del tiempo, ella iba comprendiendo que en realidad estaba siendo abusada sexualmente por un hombre que hablaba de Dios en una iglesia.
“Tenía alrededor de cinco años la primera vez que abusó de mí. El dormitorio estaba empapelado con un papel mural rojo. Empezó mostrándomelo como un juego, con caricias y después fue avanzando. Esa primera vez no entendí lo que pasó, era una niña”, explicó la mujer en conversación con la Revista Sábado, del portal de noticias El Mercurio, recordando aquel infierno a la cual fue vilmente sometida.
El abuso duró 12 años, específicamente hasta sus 17 años. Cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando decidió contarle a su mamá. Cuando lo hizo un proceso de amenazas la condicionaban hasta a seguir con el deporte que más amaba.
La atleta comentó que la violación se concretaba todos los lunes cuando su mamá iba a actividades de la iglesia. Ese día, durante años, le pareció el peor de todos. Sus hermanos sabían que cuando el padrastro la encerraba en su pieza, precisamente no estaba jugando con ella, según relató uno de los hermanos durante la misma entrevista.
A los 12 años empezó a practicar atletismo; a esa edad fue cuando tomó coraje y decidió contarle a su madre sobre el abuso que venía sufriendo. El victimario se enteró de ello y le obligó a que dijera que todo lo que había dicho era mentira.
“Para ir a una carrera o salir a un entrenamiento, tenía que aceptar lo que él me decía. Si alguna vez oponía resistencia, no había plata para nada en la casa, no le pasaba plata a mi mamá”, dijo además.
Los años pasaron y aunque le costó bastante, el hombre confesó frente a sus hijos y esposa lo que hizo. Cuando lo hizo, fue la última vez que Érika vio a su madre.
Érika fue escogida mediante voto popular para llevar la bandera de Chile al evento deportivo más importante del mundo. Luego de ser nominada como embajadora de su país en el acto inaugural de los Juegos Olímpicos, decidió contar todo lo que había pasado y realizar una denuncia contra su agresor.