ROMA - ITALIA
Un joven italiano con la cabeza rapada y vínculos ultraderechistas fue detenido el sábado en Macerata, en el centro de Italia, tras un tiroteo contra extranjeros que dejó seis heridos.
El hombre, que había disparado desde su coche, fue arrestado sin oponer resistencia, según las imágenes difundidas por las televisiones.
“Hay seis heridos y todos son extranjeros”, precisó el alcalde de la localidad, Romano Carancini, después de este tiroteo el sábado por la mañana que desató el pánico en el centro de esta pequeña ciudad de 43.000 habitantes.
La policía también habló de heridos de nacionalidad extranjera, uno de los cuales tuvo que ser operado. Los medios italianos mencionaban por su parte personas de color.
El sospechoso, identificado por la prensa como Luca Traini, de 28 años, estaba siendo interrogado por la policía horas después.
El hombre fue detenido sin oponer resistencia en la escalinata del inmenso monumento a los muertos de la ciudad, según imágenes de las televisiones.
Tras haber detenido su coche Alfa Romeo negro frente al monumento, tuvo tiempo de quitarse la chaqueta, echarse una bufanda tricolor al cuello, hacer el saludo fascista y gritar “¡Viva Italia!”, precisó la prensa italiana citando a los testigos.
La policía encontró una pistola en el vehículo del presunto agresor que, según los medios, reconoció los hechos. El sospechoso abrió fuego en ocho lugares diferentes de la ciudad, afirma la prensa. Las oficinas del Partido Demócrata (centro-izquierda, en el poder) habrían sido uno de los blancos.
Luca Traini había sido candidato en 2017 bajo la etiqueta de la Liga Norte (partido ultraderechista antiinmigración y antieuropeo) a las elecciones administrativas en una localidad de la región.
“Alguien que dispara es un delincuente, dejando de lado el color de la piel”, reaccionó el responsable de la Liga Norte, Matteo Salvini, en plena campaña electoral para las legislativas del 4 de marzo, antes de denunciar la invasión migratoria en Italia.
“El odio y la violencia no nos separarán”, declaró por su parte el jefe de gobierno italiano, Paolo Gentiloni.