Entre los fallecidos hay tres niños y siete cadáveres que no pudieron ser identificados.
Asimismo el ataque provocó daños materiales en los edificios adyacentes debido a los incendios que se generaron en el mausoleo, situado al este de Balad, dijo a Efe una fuente policial.
La fuente detalló que un grupo de hombres armados vestidos con el uniforme de la milicia progubernamental chií Multitud Popular llegaron anoche al santuario a bordo de los vehículos que suele emplear este grupo que apoya a las autoridades de Bagdad.
Uno de los hombres disparó contra los guardias en la puerta principal del mausoleo y otro se hizo detonar en este momento, mientras que un tercero intentó acceder al recinto sagrado, pero los guardias se lo impidieron, por lo que también detonó los explosivos en el exterior.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI), a través de la agencia de noticias Amaq, reivindicó posteriormente el asalto contra el santuario chií y aseguró que lo llevaron a cabo tres terroristas.
El ataque se produce pocos días después del sangriento atentado que dejó casi 300 muertos.