Fernando Medina (35) espero más de un mes para que le otorguen una fecha para la cirugía de extracción del platino y los clavos de la pierna que se operó hace dos años atrás luego de una fractura.
Ir y venir, tramitar, insistir, intentar internarse y muchas vueltas dieron para conseguir la cirugía, según relató su esposa Mariana Soto.
Tras 30 días de espera y pese a la infección que avanzaba en la pierna, logró operarse recién el pasado miércoles, tras un fallido intento de internación para la intervención quirúrgica mucho antes, que no se pudo realizar porque el médico no le ingresó a la lista correspondiente. Soto comentó que tuvieron que alquilar las herramientas para la cirugía en la que gastaron G. 350.000.
Tal situación se repitió con el marido de Ascensión Armoa, quien aguardó 25 días internado en la sala del Hospital Central para poder acceder a otra cirugía más en traumatología; más de 10 en un plazo de un año, luego de un accidente de tránsito. A parte de la larga espera, la familia que viaja desde Emboscada hizo un préstamo de G. 3.000.000 para poder costear el viaje, la alimentación diaria y medicamentos.
SATURACIÓN. Un promedio de 28 a 32 cirugías programadas y 10 a 15 intervenciones de urgencia por día se realizan en el quirófano del Hospital Central, lo que demuestra la saturación del servicio con la ocupación total de las 80 camas en traumatología. “No tenemos camas disponibles, hay una rotación intensa de pacientes”.
La espera de 30 días para las cirugías programadas “están dentro del tiempo normal en cualquier hospital”, señaló el doctor Aníbal de los Ríos, jefe del Departamento de Traumatología, al tiempo de añadir que las de urgencias son en casos de accidentados y pacientes que están en terapia intensiva.
En los consultorios externos de traumatología se reciben mensualmente entre 10.500 a 11.000 asegurados. Para dar abasto a la demanda, el servicio debería crecer en cuanto al espacio físico y más disponibilidad de camas.