“Señor presidente de la República, don Horacio Cartes, pare este proceso de la enmienda y pueda permitir un diálogo entre los partidos políticos, entre los actores interesados en esto”, expresó Valenzuela, presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), en contacto con ÚH, ayer, durante las primeras horas de la tarde en que se iniciaba la asonada ciudadana en repudio al proyecto de la enmienda constitucional.
“En nombre de la Conferencia Episcopal, hacemos un llamado a la paz, a la cordura, a no devolver mal por mal, violencia con violencia, porque esto no crea la ciudadanía. Repetimos lo que los obispos hemos dicho en nuestro comunicado: el proceso de la enmienda para la reelección presidencial no era prudente de ninguna manera”, expuso.
“En estos momentos de crispación, de conflicto y desorden, queremos pedir que haya paz y calma; que todo esto que estamos viendo no progrese a lo peor”, insistió Valenzuela al pedirle al mandatario que se haga cargo de lo sucedido en el Legislativo.
“Le pido que intervenga cuanto antes, este es su momento en que debe dar la cara y parar este momento de violencia. Toda la Conferencia Episcopal está muy preocupada por lo que está aconteciendo”, remarcó.
SIN RETORNO. Valenzuela comentó que fue infructuosa su intención de persuadir ayer a Cartes para que ponga paños fríos al caldeado ambiente que se produjo en las plazas frente al Congreso.
“Le he llamado al señor presidente dos veces a su teléfono y no tuvo respuestas”, reveló al detallar lo que quería expresarle:
“Justamente le quería decir: señor presidente, en sus manos está en estos momentos el presente y futuro del Paraguay. En sus manos está poder parar inmediatamente toda esta agresión que hay de una y otra parte; la agresión jurídica, la agresión física, la agresión social. De modo que usted sea el responsable de este acontecimiento histórico, que rezamos por usted para que tenga sabiduría y prudencia en su actuar”, relató al indicar que la CEP busca siempre el bien común, la dignificación de las personas y “queremos que se realicen procesos pacíficos de transición de un gobierno a otro gobierno”.
El arzobispo llamó también a las autoridades de los demás poderes del Estado, legisladores y a ministros de la Corte Suprema a que “paren este momento, por favor intervengan para que no haya más violencia”, exteriorizó monseñor Valenzuela en tono quebrado por la preocupación.
OTRO PERIODO. Valenzuela solicitó, a su vez, a todos los actores políticos que se pueda crear un “gran consenso eliminando todo el proceso de la enmienda” y se deje para el próximo periodo legislativo y presidencial “el estudio definido, detenido y concordado (de la reelección presidencial) vía reforma constitucional”.
Dos senadoras, Zulma Gómez y Lilian Samaniego, le recriminaron –dijo– por la postura de la jerarquía eclesial respecto a la enmienda. Pero, según contó, les inquirió diciéndoles que los obispos buscan evitar “repercusiones de enojos y violencia en la sociedad”, producto de la intención de Cartes de buscar su reelección vía enmienda.
Monseñor apuntó que la CEP profetizó los actos violentos como derivación de las posturas antagónicas en torno al proyecto que apunta al rekutu de Cartes. “Iba a crear, y ahora proféticamente lo estamos viendo, una crispación y un tumulto inútil cuyas consecuencias suelen ser irreparables”, remató.