Cunha, conocido como “el Frank Underwood brasileño”, en referencia al maquiavélico protagonista de la serie House of Cards, está acusado de “falta de decoro parlamentario”, por haber mentido sobre la titularidad de cuentas en Suiza. La Corte Suprema suspendió su mandato el 5 de mayo, menos de un mes después de que la Cámara de Diputados votara a favor del impeachment de Rousseff, definitivamente apartada del cargo por el Senado el 31 de agosto. Desde entonces, el habilidoso político, de 58 años, echó mano a todo tipo de recursos legales y de maniobras dilatorias. Los observadores estiman que mañana jugará sus últimas cartas, pidiendo un aplazamiento de la votación hasta después de las elecciones municipales de octubre o una suspensión, en lugar de una revocación de su mandato. Pero según encuestas de los medios, numerosos lugartenientes de este economista evangélico lo están abandonando. De acuerdo con el diario O Globo, 297 diputados –40 más de los requeridos– votarán contra Cunha, incluyendo al menos 20 de su propio partido, el PMDB, al que pertenece también el presidente Michel Temer. afp