23 abr. 2024

Arlan no es hijo de un político

Sobre el punto

A 147 días del secuestro de su hijo Arlan por el Ejército del Pueblo Paraguayo, ayer el angustiado padre del adolescente leyó un nuevo mensaje dirigido a los miembros de esta banda criminal suplicando que liberen al muchacho, por cuyo rescate la familia pagó USD 500.000 en abril pasado, cumpliendo cabalmente las exigencias de los secuestradores.

Pese a la profunda tristeza e impotencia que reflejaba en su rostro, don Álcido Fick se dirigió con altura y respeto al “señor comandante” del EPP para pedirle que cumpla su parte, dejando en libertad al chico, a quien llevaron a la fuerza de su hogar.

La parte más triste del mensaje de este abatido padre fue cuando expresó a los del EPP que manteniendo cautivo a Arlan, no están provocando sufrimiento al Gobierno, si buscan ese objetivo, puesto que el joven no es “el hijo de ningún político”. Es decir, que el largo cautiverio de Arlan no es un problema “que importe mucho al Gobierno”.

Esta parte de su carta al EPP es reveladora y preocupante. Transmite el mensaje desolador de que la familia Fick simplemente no espera nada de parte de las autoridades y del despliegue de las fuerzas de seguridad que mantienen en la zona Norte del país, para rescatar a Arlan. La manifestación hecha pública ayer por el señor Fick es de una gran decepción hacia las instituciones que tienen la responsabilidad de hallar a Arlan y poner fin al terrorismo del EPP.

Don Álcido apela a alguna fibra de sensibilidad que pudieran tener los militantes del EPP, recordándoles que la familia hizo lo que le pidieron, y que siguen aguardando “con esperanza”, que ellos le devuelvan al hijo.

¿Hubiera sido otra la estrategia de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y otro el resultado, si efectivamente la víctima del secuestro fuera el hijo de algún político de fuste?

En nuestro país, la respuesta es obvia: Sí. Pero no habría sido esta, si en la práctica política y jurídica no se operara bajo los criterios de ciudadanos de primera y segunda.

Las explicaciones del ministro del Interior, del comandante de la FTC y de la Policía Nacional no logran disipar la percepción de que no se está haciendo lo suficiente o lo que debe hacerse para rescatar al joven y al policía que también se halla en manos del EPP y sobre el que muy poco se hace referencia.

El mensaje del señor Fick es ilustrativo de cuán desprotegidos se sienten la mayoría de los ciudadanos, que no son hijos de políticos, y que no esperan mucho de quienes administran el Estado.