La albiceleste llega con toda la presión encima de conseguir un título en su tercera final en tres años.
Gerardo Martino tratará de darle una coronación a lo que medios argentinos empiezan a titular como la “generación del fracaso”.
En lo que podría ser el primer campeonato para Lionel Messi, el mejor jugador del mundo, que se cansa de ganar títulos y romper récords con el Barcelona, pero con la pesada mochila en la Selección Argentina.
Enfrente Chile, que en un proceso de reencontrarse con su mejor fútbol aprendió a jugar con Juan Antonio Pizzi como entrenador y que llega de menos a más.
Sacarle otra copa a Argentina sería el broche de oro para una generación dorada en el fútbol trasandino que demuestra que no tiene techo.
Será una final recordada para toda la historia del fútbol mundial, sea cual sea el resultado, por todo lo que se juega en cuanto a prestigio de las selecciones.