El expositor refirió que Paraguay no aprovecha su bono demográfico, sino que lo reduce con la migración de connacionales jóvenes que viven en Argentina y España.
El bono demográfico es el periodo de la evolución demográfica durante el cual el número de personas en edad potencialmente productiva (15 a 59 años) aumenta de forma sostenida con relación a las personas potencialmente inactivas (menores de 15 y adultos de 60 años en adelante).
Esta migración de paraguayos jóvenes ocasiona el rejuvenecimiento de esos países. ¿Cómo revertir esto? La receta de Bruno es sencilla: que los jóvenes tengan opciones de desarrollo en su país. “Que puedan progresar, con un sistema educativo que responda y con trabajos de calidad. Es decir, tener los mismos derechos de los países de destino”.
Agrega que la sobreemigración que aconteció fue muchísimo más alta de lo esperado al alcanzar el 25%. Sebastián Bruno es un investigador de la Universidad de Buenos Aires que estudia el proceso migratorio paraguayo hacia Argentina. A la hora de hablar de cifras, dijo que según el último censo de 2010 se sabe que 550.000 migrantes paraguayos residen en Argentina. “Eso sirvió para espantar fantasmas, como que hay un millón o 2 millones de migrantes paraguayos, y no es así”.
Esta cantidad de paraguayos migrantes en Argentina equivale al 8,5% de la población en Paraguay. Por lo tanto, tiene mayor impacto para Paraguay por la pérdida de población, que en Argentina, donde equivale al 1,5% de la población.
Los censos revelan que 4 de cada 10 paraguayos trabajan en Argentina en la construcción y 6 de cada 10 en el servicio doméstico. La migración se hizo más fuerte desde la revolución del 47.
Los migrantes más antiguos contratan migrantes más jóvenes paraguayos en sus equipos de trabajo. Los datos duros dicen que las personas que llegaron hace más de 15 años siguen trabajando en el servicio doméstico.