Durante el homenaje, celebrado en el Palacio Legislativo de la capital argentina, el también dos veces nominado a los premios Óscar, de 75 años, aseguró sentirse “emocionado” por recibir la distinción “después de tantos años fuera del país”.
En 1978 dejó su Argentina natal para mudarse a Los Ángeles (EEUU) y trabajar con artistas como Tony Bennett.
En declaraciones a los medios, Calandrelli aseguró sentirse “mucho más reconocido” tras recibir esta distinción porque aunque Argentina “nunca” le ignoró, hasta ahora no había tenido un “reconocimiento oficial”, añadió.
El arreglador de la banda sonora de películas como “El color púrpura” y “El tigre y el dragón” confesó que su profesión es un “poquito” anónima porque “hay mucha gente” que “ni siquiera” lee los créditos que aparecen en las tapas de los discos.
En su opinión “lo más importante” es que el mensaje “llegue” aunque el público no siempre sepa quién está detrás de las canciones.
El homenaje fue iniciativa del legislador porteño del partido Propuesta Republicana (PRO) Daniel del Sol, quien propuso una iniciativa que se decidió “por unanimidad” en la Cámara y que reconoce una trayectoria profesional que calificó como “intachable”.
En el acto también participó el ministro de Cultura de la ciudad, Ángel Mahler, quien comentó que Calandrelli es un ejemplo “fantástico” de los argentinos que tuvieron “el valor de irse del país buscando un horizonte diferente”.
Asimismo, el presidente de la Asociación Argentina de Intérpretes (AADI), Horacio Malvicino, entregó a Calandrelli una placa conmemorativa de la carrera musical del productor.
“Es un músico con mayúsculas (...) tiene la capacidad de no solo acompañar, sino de en ningún momento perturbar la función del solista”, comentó Malvicino.
En el Palacio Legislativo se reunieron familiares y compañeros de profesión del galardonado, como los cantantes argentinos Tormenta y Dany Martin.
Tras el evento, el productor adelantó que está planeando volver a Buenos Aires el próximo junio para dar un concierto en el Teatro Colón.
Un evento en el que quiere reunir a artistas internacionales como la pianista rusa Sonya Belousova.
