Según reportes de medios argentinos, tras una pesquisa sobre la organización –iniciada el pasado mayo por la fiscalía federal N° 2 de Formosa conjuntamente con el Centro de Reunión de Informaciones de Gendarmería–, efectivos formoseños vieron aterrizar la avioneta, con matrícula uruguaya CX-BDR, en San Antonio de Areco. De esta aeronave el piloto logró descargar 16 bultos de marihuana de unos 25 kilos aproximadamente cada uno.
Los gendarmes, con la información de inteligencia previa, estaban apostados en el lugar desde hace 10 días esperando el vuelo. Con orden de allanamiento en mano y disparos persuasivos de armas reglamentarias, se incautaron de la droga e intentaron hacerse con la aeronave. Sin embargo, el piloto logró despegar de nuevo para huir, llegando hasta San Andrés de Giles.
Luego del rastrillaje realizado con la colaboración de la Unidad de Procedimientos Judiciales de Campo de Mayo, dependiente de Gendarmería Nacional, y de la Policía de la provincia de Buenos Aires, la avioneta fue hallada a unos 50 kilómetros de la improvisada pista clandestina donde aterrizó procedente de Paraguay.
El chofer, presumiblemente brasileño –según los datos–, logró escapar de las autoridades, subiendo a un remís tras ser ayudado por los vecinos, pensando que el hombre había tenido un accidente.
El cargamento que llevaban fue valuado en USD 910.000, de acuerdo a los reportes desde Argentina. La aeronave registraba vuelos clandestinos sospechosos desde el pasado febrero en Paraguay, señalaron fuentes de la investigación.