18 abr. 2024

Árboles sanos y árboles dañados

Hace veintiún siglos, es emocionante descubrir la comunión profunda que había entre Jesús y su pueblo con la naturaleza que les rodeaba.

Por eso, y para que comprendieran bien sus ideas, Jesús acudía con frecuencia a la simiente, a los cultivos, al agua, a la tierra, a los árboles y a las plantas.

Un día, Jesús quiso enseñar que el hombre o mujer que por dentro es malo o mala, naturalmente, produce actos malos. Como que no sabe hacer otra cosa. Y que para cambiar tiene que convertirse. Ser interiormente de otra manera.

Y les habló del árbol dañado por una epidemia que no puede producir frutos sanos. Tal vez cuando hablaba tenía un dátil de una palmera lleno de bichos y gorgojos porque la palmera estaba contagiada. Y se hacía entender mostrándola.

Ayer jueves hablábamos en el artículo de que íbamos hacia un Gobierno planetario. Este Gobierno tiene su ídolo, el dinero, al que sirven y del que se sirven para dominarnos con sus falsos valores de ambición, egoísmo, individualismo, inhumanidad, etc.

Este Gobierno planetario está compuesto de hombres y mujeres que éticamente son como árboles dañados.

Y, atención a lo que digo.

Ellos nos dominan porque para conseguir sus fines materiales no les importa arrasarnos con guerras.

Porque salen de naciones a las que daban trabajo y se van a otras, donde el salario es menor. Y me estoy refiriendo solamente al capítulo USA de este Gobierno planetario porque es el que más conocemos y sufrimos en América Latina.

Ellos nos dominan también contagiándonos con el ídolo dinero. Nos hicieron consumistas. Un vicio muy provechoso, porque ellos son los que fabrican las cosas que consumimos.

Nos da una gran alegría que somos cada día más los que nos comprometemos por un Paraguay nuevo. Pero, cuidado porque la epidemia del ídolo dinero del Gobierno planetario, árbol dañado, nos puede contagiar.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.