Los colegiados brasileños serán los encargados de dirigir los cuatro partidos decisivos, que pueden asegurar la clasificación de alguna o varias selecciones.
Con el arbitraje de Anderson Daronco en la ciudad de San Cristóbal, Uruguay se medirá a la eliminada Venezuela y es la que mejores opciones tiene de concretar su pasaje a Rusia, pues se encuentra segunda con 27 puntos y una victoria a domicilio sellará matemáticamente su boleto.
El otro partido que podría ser decisivo es el Colombia-Paraguay en Barranquilla, que dirigirá Ricardo Marques, y que en caso de un triunfo de la selección cafetera la dejaría con pie y medio en el Mundial.
Un resultado opuesto metería a los paraguayos de lleno en la lucha por una plaza clasificatoria, de la que está separada por tres puntos.
Sin embargo, el partido que le ha tocado a Wilton Sampaio es el que más atención concita ya que enfrentará a Argentina y a Perú en el estadio la Bombonera de Buenos Aires.
Ambas selecciones están igualadas a 24 puntos en los puestos quinto y cuarto, respectivamente, por lo que la ganadora dará un salto gigante para confirmar la clasificación cinco días después en la jornada final.
Sandro Ricci dirigirá en Santiago el partido entre Chile, ahora mismo fuera del Mundial a un punto de plaza clasificatoria, contra Ecuador, que se jugará en la capital chilena la última opción de meterse en el tren de Rusia, pero sin margen de error y a la espera de resultados ajenos.
Finalmente, con Brasil ya clasificada desde hace varias jornadas, su intrascendental partido contra Bolivia, que ya está sin opciones de conseguir un billete, tendrá el arbitraje del único no brasileño designado por la Conmebol: el argentino Fernando Rapallini.
La decimoséptima y penúltima fecha de la liga de clasificación sudamericana para el Mundial de Rusia 2018 se jugará el jueves 5 de octubre. EFE