Por un total de 12 votos contra 5, la corporación dio su aval para regularizar este asentamiento, donde está prevista la construcción de 1.000 viviendas en un área de 23 hectáreas, las que serán destinadas por una parte a familias de distintos sectores de la Chacarita y, por el otro, a gente de Zeballos.
El edil Federico Franco Troche se opuso a esta aprobación, apuntando que el futuro núcleo poblacional representa un verdadero delito ecológico por violar lo establecido en las leyes 294 y 915. “Quizá sea la última reserva natural en Asunción y este proyecto, que es una mentira, representa una grave afectación al ambiente de nuestra ciudad”, sentenció.
Por su parte, el concejal Elvio Segovia dijo que existiría un plan de despoblar la Chacarita y convertir la Costanera en un nuevo coto de inversión inmobiliaria.
El edil Daniel Centurión descalificó las críticas y cuestionamientos, ya que aseguró que se cumplieron todos los requisitos ambientales para la materialización de este complejo habitacional.
Dijo que este tipo de proyectos merecen ser aprobados y recordó que se vienen obras como la de 5.000 viviendas en el Bañado Sur, la Costanera Norte II y la Costanera Sur, entre otros.