El representante del Ministerio Público sostuvo que el pasado lunes, el trabajador se presentó con su abogado y aportó datos que son de suma importancia para la investigación. “Manifestó que no se presentó antes porque fue objeto de amenazas que le hicieron llegar por distintos medios. Incluso, de inculparlo en una tentativa de abuso”, detalló el fiscal Chamorro a radio Monumental.
El fiscal confirmó que el albañil, que estuvo desaparecido desde aquel fatídico 20 de enero, cuando falleció la niña, no quedará recluido y que es uno de los testigos principales del hecho; incluso, solicitaron custodia policial para él, por amenazas que habría recibido de parte de la familia de los dos imputados en este caso, los tutores de la adolescente fallecida.
Armoa negó la versión de Ramona Melgarejo, en cuya casa vivía Carolina de criada, que había manifestado que el albañil mantenía una relación amorosa con la joven y que esto habría provocado la ira de su pareja, el militar retirado Tomás Ferreira, que le propinó severos golpes a la menor, golpes que terminaron con su vida.
El trabajador reveló a los investigadores que fue contratado desde el lunes 18 de enero para trabajar en la casa de Ramona Melgarejo, encargada del Registro Civil en la localidad de Vaquería. Manifestó que presenció varias veces que la niña era agredida, tanto verbalmente como con golpes en la cara y estirones de oreja.
El fiscal Chamorro admitió que con la declaración dada por el albañil se van fortaleciendo los elementos de la imputación. Sostiene que todo indica que hubo ensañamiento, tanto por parte de Ramona Melgarejo como de su pareja, Tomás Ferreira.