“Después de una amplia evaluación hemos determinado que la ‘Ciudad de las Carpas’ no es una cárcel eficiente, no ha disminuido el crimen, tiene un alto costo y por eso hemos decidido cerrarla”, declaró Penzone durante una conferencia de prensa celebrada hoy en sus oficinas principales en el centro de Phoenix.
El alguacil aseguró que cerrando la controvertida cárcel se estarán ahorrando unos 4,5 millones de dólares anualmente como parte del presupuesto de operaciones.
La Ciudad de las Carpas fue establecida por Arpaio en agosto de 1993 y desde entonces más de medio millón de personas ha cumplido su sentencia en esta cárcel a la intemperie, donde los reos duermen y pasan el día bajo carpas similares a las utilizadas por los soldados del ejército estadounidense.
El modelo es simple, pero al mismo tiempo controvertido: los reos cumplen sus sentencias al aire libre soportando la intensa climatología del desierto de Arizona, la cual en verano fácilmente supera los 120 grados Fahrenheit, mientras que en invierno puede descender hasta bajo cero.
Tras derrotar en urnas a Arpaio, quien se mantuvo en su puesto por 24 años, Penzone, como una de sus primeras decisiones como nuevo alguacil, estableció un comité integrado por miembros de la comunidad para evaluar el futuro de la cárcel de la Ciudad de las Carpas.
Cuatro meses después de diversas consultas y reuniones, el comité determinó que lo mejor era cerrar la cárcel.
La Ciudad de las Carpas tiene una capacidad para albergar aproximadamente 1.800 reos, pero en los últimos meses solo ha albergado entre 700 a 800 reos aunque el costo del encarcelamiento se ha duplicado.
En esta cárcel, que ha sido visitada por funcionarios y políticos, se encuentran desde indocumentados a personas que han cometido delitos menores y que se encuentran participando en programas establecidos por la corte para pagar sus sentencias.
Según un reporte anterior muchos de los reos “preferían” estar en la Ciudad de las Carpas, a pesar de las fuertes críticas hechas por organizaciones defensoras de los derechos civiles que alegan violación a los derechos humanos.
Penzone advirtió que pese al cierre de la cárcel ningún reo será dejado en libertad sino que serán repartidos entre las otras cinco cárceles dentro del condado.
Lydia Guzmán, una de las activistas latinas que formó parte del comité que recomendó el cierre de las Ciudad de las Carpas, manifestó a Efe que esta cárcel, que se había convertido en una “mancha” en la reputación del estado Arizona, había servido solamente como “arma política” para el exalguacil Arpaio.
Penzone estima que los reos de la Ciudad de las Carpas serán enviados a las otras instalaciones en los próximos 60 días.
