25 abr. 2024

Antes Curuguaty, ahora Guahory

Muchas veces se ha dicho que con la masacre de Curuguaty hay un antes y un después.

Siendo del Estado la tierra donde entraron en Marina Cué, no pudiendo ser acusados porque las balas que asesinaron eran de armas de guerra que los campesinos no tenían, estando al habla como comisión vecinal con el Indert para recibir las tierras, estos campesinos merecían ser absueltos y recibir el castigo los verdaderos asesinos e instigadores. De este modo campesinos, entrando en tierras fiscales, serían respetados por los brasiguayos y nacionales sojeros.

Pero, la Justicia fue comprada por los latifundistas en el caso de Curuguaty y recibieron como castigo ejemplar grandes condenas.

Era una señal para que, en adelante, las tierras fiscales o malhabidas fueran intocables para los campesinos sin tierra o sí aptas para latifundistas nacionales o extranjeros con título verdadero o falso de ellas.

Y este después ya ha llegado. Y se llama Guahory.

Más de 1.000 policías. Muchos con armas de guerra. El brasiguayo que se sentía agraviado contra los campesinos sobrevolando en un helicóptero de Yacyretá para ver cómo se desarrollaba el desalojo, agradeciendo a Cartes.

En tierra, los campesinos recibiendo los insultos de “puercos” de los brasiguayos y la policía comprada manoseando a las mujeres y destruyendo todo. Absolutamente todo. Una rosca corrupta del Indert creo títulos falsos en manos de brasiguayos Y ahora los campesinos sin tierra no tienen dónde poner los pies, deambulando con sus mujeres y niños. Cosa de locos este hecho. Y todo consecuencia de la sentencia condenando a los campesinos de Curuguaty que creó un precedente. Están decididos a acabar con las protestas campesinas. Y con los campesinos.

No lo van a conseguir porque el pueblo ya ha abierto los ojos. Pero, va a haber, todavía, un largo periodo de campesinos sin nada, sufriendo más hambre que antes y necesitando el apoyo de todos los paraguayos.

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