El ingeniero remarcó, como ejemplo, que una empresa llegó a tener un aumento del 80% en sus tarifas sencillamente porque era incorrecta la modalidad de contratación.
“Muchas de estas industrias no están haciendo una contratación económicamente viable. Les estamos asesorando y a pedido de ellos instalamos un equipo de trabajo. Ellas presentan su estado de contratación y con la asesoría se consigue disminuir bastante el valor que están pagando”, señaló Cáceres.
Añadió que los empresarios comprenden que la estatal necesita un reajuste, pero les hubiese gustado que el incremento sea escalonado.
“Nosotros no teníamos muchas opciones, hicimos todo el esfuerzo para que sea mínimo el reajuste. Con esto, de hecho, apenas empatamos nuestra economía”, indicó.
IMPACTO. Luis Tavella, vicepresidente de la UIP, expresó que se viene conversando bastante con la ANDE para encontrar alternativas y recalcó que no están en contra del reajuste, sino de la forma repentina en que se efectuó. Preferían que se haga en forma gradual, puesto que algunas empresas tuvieron un impacto mucho más grande que otras.
“Las aceiteras grandes tuvieron problemas. Ya se encontró un camino. Se contrataba energía de reserva que tenía un solo precio al año. Ahora se está viendo que se puede cambiar tres veces al año el precio de la contratación y eso dará una disminución importante. También se ve la manera de contratar en 66.000 voltios y no en 23.000 voltios. Son medidas que serán positivas y es un paso en la mesa de trabajo”, precisó.
Las reuniones seguirán.