Eran las 17.40 del domingo 6 de noviembre, cuando Matea Núñez Acosta (81) se encontraba en su vivienda ubicada en Yryvu Cuá, a unos 20 kilómetros de Cerrito, Ñeembucú. La tranquila localidad se vio conmocionada cuando los vecinos empezaron a escuchar los gritos de desesperación de la mujer, que fue brutalmente golpeada, aparentemente, por su propio hijo dentro de su vivienda.
Fermín Sanabria Blanco, uno de los vecinos de la mujer, corrió hasta la casa y la encontró totalmente ensangrentada, sentada en su cama. El hombre, desesperado, llamó a la policía y a los médicos, que llegaron al lugar para auxiliar a la anciana.
De la casa ya había huido Eulogio Aquino Núñez (53), hijo de la víctima, que tiene severos problemas mentales, según los investigadores.
Matea fue llevada primero al centro asistencial de Cerrito, donde recibió los primeros auxilios. Luego los médicos la trasladaron hasta un hospital en Pilar. Debido a la complejidad de los golpes y de las lesiones, tuvo que ser trasladada hasta el Hospital del Trauma, donde permanece internada desde la noche del lunes, según informaron fuentes del centro asistencial.
La anciana se encuentra en sala de urgencias; los médicos la sometieron a una intervención quirúrgica y le practicaron una traqueotomía.
Desde el centro asistencial revelaron que Núñez Acosta tiene una fractura en la rama del maxilar y el traumatismo ocular importante. A consecuencia de los golpes, perdió la visión en uno de los ojos.
Tanto los médicos como los investigadores concluyeron que Matea fue golpeada con un objeto contundente, que podría ser una vara de hierro o algún otro elemento como un palo. Además, mencionaron que luego de inspeccionar el cuerpo de la víctima, se concluyó que se utilizó fuerza extrema para golpearla.
ESTADO DE SALUD. Los profesionales de la salud indicaron que la mujer se encuentra estable, consciente y que, por el momento, su vida no corre peligro. Aunque hicieron la salvedad de que, por tratarse de una persona de avanzada edad, la situación puede cambiar y se podrían presentar complicaciones en su estado de salud.
Eulogio Aquino Núñez, el presunto autor de la golpiza, fue detenido por la Policía Nacional la noche del domingo, en las inmediaciones de su vivienda, y permaneció por unas horas en el calabozo de la Comisaría de Yryvu Cuá, pero luego fue liberado por orden del fiscal Federico Solano López.
El hombre figura como enfermo mental en la Unidad de Salud Familiar de la compañía Paso Tajy de Cerrito, por lo que el fiscal del caso decidió su liberación y ponerlo al cuidado de sus familiares.
