Por Justiniano Riveros
CONCEPCIÓN
Autoridades de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) presentaron ayer las evidencias recogidas del poder del abatido Rudy Ruiz Sosa, miembro de ACA, y manifestaron que servirán para proseguir las investigaciones y encontrar nexos con otras personas.
El fiscal Joel Cazal expresó que entre las evidencias halladas en el campamento de la ACA le llamó la atención los libros Historia del EPP y Relatos que parecen cuentos, este último de la autoría del monseñor Pablo Cáceres y el profesor Benjamín Valiente.
“Es la cuarta vez que hallamos este libro del sacerdote en manos de esta gente; vamos a analizar el contenido del material para entender porqué lo usan”, explicó el fiscal, poniendo de esta forma bajo la lupa una vez más al religioso ligado a las luchas sociales, que tiene gran estima en la población que lo conoce como pa’i Pablito.
Cazal, por su parte, no descarta que tras el análisis de la notebook, el cuaderno de informe, celulares y chips podrán hallar a más comprometidos con el grupo armado que opera en la zona de Horqueta, específicamente en la cercanía del río Aquidabán, entre las estancias Agüerito y Acapitigó.
También sostuvo que es muy fuerte la sospecha de que ambos grupos, ACA y EPP, estén operando juntos.
Entre las evidencias rescatadas sobresalen un fusil M 45 con tres cargadores, una pistola con dos cargadores, unos 300 proyectiles de diferentes calibres, una notebook, tres celulares con sus chips, un cuaderno universitario, un artefacto para explosionar bombas, radio receptor, cuchillos, cintos, una mochila, dos libros, alimentos enlatados, botellas de miel, dinero en efectivo cerca de Gs. 800.000, entre otros.
Orgullosos. Los familiares de Rudy Ruiz Sosa (32), miembro activo de la ACA abatido el jueves por la Fuerza de Tarea Conjunta, se mostraron orgullosos porque el hombre “ofreció su vida por una patria mejor”. Indicaron que la ACA y EPP son un solo grupo.
Victoria Aquino Bogado (30), concubina, y Neide Merarda Ruiz Sosa (34), hermana del fallecido, retiraron ayer de la morgue de la Universidad Nacional de Concepción el cuerpo de Rudy. Ambas mujeres se mostraron muy serenas y explicaron que se sienten orgullosas de su familiar abatido, porque cumplió con su cometido de morir en la lucha por mejorar la patria.
