Serafini explicó que los indicadores del país dan cuenta de importantes déficits de bienestar. “Si bien la tasa promedio de desempleo es relativamente baja (4,9%), en ciertos grupos poblaciones aumenta a niveles preocupantes: mujeres (6,1%), jóvenes (11,2%) y mujeres jóvenes (14,6%).
El problema más grave del mercado laboral son las condiciones de trabajo: el subempleo, la informalidad y la precariedad laboral. El subempleo afecta al 20,6% de los trabajadores, donde el 13,7% corresponde a personas asalariadas o en relación de dependencia (empleados y obreros públicos y privados) que, trabajando más de 30 horas por semana, no llegan a percibir el salario mínimo vigente; y el restante 6,8% a personas que trabajan menos de 30 horas por semana pero desean trabajar más horas y están disponibles para hacerlo”, resaltó entre otros puntos.
Asimismo, señaló que las políticas económicas dirigidas a mejorar la inserción laboral son inexistentes o, en el mejor de los casos, de baja cobertura. También dice que las políticas de extensión agropecuaria y de crédito dirigidas a la agricultura familiar llegan a menos del 20% de las fincas y que no hay políticas activas de empleo.