Para el oficialismo, Marito estuvo en desventaja frente a Peña “quien tenía propuestas claras y maneja al dedillo todos los detalles”, según aseguró el ministro de Salud, Antonio Barrios.
Asimismo, dijo que se notaron en el disidente “mucha rabia y contestación y no hubo propuestas de su lado”.
En tanto, la disidencia, opina que Marito “tuvo más aplomo y supo enfrentar las mentiras llevadas por Peña”, según indicó el senador Óscar Cachito Salomón.
“Peña fue a cumplir su papel de farsante y mentiroso, como si fuera que la gente y el país no conocen la realidad por la cual estamos pasando”, expresó.
Señaló que Marito retrucó a Peña a cada momento porque él estaba mintiendo todo el tiempo. “Culpó al Senado de la inseguridad, por ejemplo”, añadió Salomón.
El candidato a vicepresidente por el oficialismo, Luis Gneiting, por su parte señaló que “Peña estuvo muy bien y se lució”. “A Marito le traicionó su nerviosismo o la falta de propuestas porque él está acostumbrado al ataque, está acostumbrado a la posición de la confrontación”, señaló y agregó que el legislador “estaba muy nervioso, dubitativo y agresivo”.
El senador Juan Carlos Galaverna opinó en Radio 1000 AM que el disidente estuvo mejor “como era lógico de esperar, tiene más oficio político, más trayectoria y tenía la gran ventaja, por tratarse de un debate entre precandidatos colorados que su oponente, su contrincante en el debate, no es colorado”.
Refirió que en algunos momentos Peñita, como denomina a Santiago Peña, “se presentaba como la reencarnación de Cartes, y en otros momentos se lavaba las manos en cuanto a la responsabilidad de esta administración de gobierno, por ejemplo en el aumento de la tasa de desempleo, en el aumento de las tasas de pobreza y de pobreza extrema”.