ENCARNACIÓN
Toda una polémica se desató en Encarnación, Itapúa, desde que a través de los medios de comunicación un padre haya decidido hacer público que a su hijo y otros 5 alumnos más del colegio privado Juan XXIII se les expulsó por bajo rendimiento escolar.
El ingeniero Clotildo Rodas, uno de los padres de los alumnos afectados, dio su versión de lo acontecido criticando la actitud de la institución educativa y que su hijo como otros 5 alumnos más hayan quedado fuera de la institución. “Nos hicieron firmar un acta en donde si los chicos no mejoraban iban a salir de la escuela y terminaron cumpliendo su palabra. La directora dijo que la decisión está tomada”, señaló haciendo referencia a la licencia María Elba Fretes, directora de la institución.
Rodas atacó de falsedad los argumentos del colegio, porque asegura que los alumnos demostraron esfuerzo en conseguir mejorar sus notas, “ahora no tienen colegio porque la matriculación se cerró en junio según nos informaron en la Supervisión. Este sería el único caso en el Paraguay y en el mundo”, aseguró.
Todos los alumnos afectados pertenecen al tercer curso de la media.
Rodas reconoció el bajo rendimiento de su hijo y los 7 aplazos en distintas materias, “si fuese por indisciplina uno entendería, pero no es este el caso. Es la primera vez que le ocurre en los 10 años que viene mi hijo al colegio”, dijo.
El vicedirector del Colegio Juan XXIII, Victoriano Fretes, dio su versión y difiere de la denuncia presentada por el padre denunciante. El alto funcionario aclaró que existen documentos firmados por los padres de alumnos que aceptaron la reglamentación de la institución educativa y están debidamente informados sobre las consecuencias de no querer estudiar y trabajar en clase.
Lamentó que el padre haya tomado la decisión de hacer público un problema interno de la institución y hacerlo a través de los medios de prensa.
Explicó que a raíz de una importante cantidad de bajo rendimiento en alumnos del tercer curso de la media que tenían de 6 a 10 materias aplazadas, “se resolvió firmar un contrato en donde se responsabilizaban en subir las notas y mejorar el rendimiento en clase, tenían que tener el 60% de rendimiento en las materias y cumplir con el proceso de clases. El padre que hoy denuncia firmó el documento al igual que todos los padres y alumnos en conformidad con lo redactado”, dijo Fretes.
La administración del colegio cuenta con todos los informes personalizados de cada alumno por cada profesor, en base al rendimiento personal de cada uno de ellos.
Resaltó que es una decisión de la administración del colegio con el consentimiento de los padres plasmado en un documento firmado, para añadir que no solo se trata de rendimiento académico, sino que también disciplinario. “Los padres quieren que los hijos sigan en el colegio, pero los hijos no están interesados porque no demuestran interés alguno. Hay chicos aplazados, que sí demuestran interés en superarse y continúan dentro de la institución”, manifestó Fretes.