“Es gratificante que podamos convertir la basura que la gente tira, ensuciando la ciudad, en algo tan lindo y significativo, que son los adornos que utilizaremos en la fiesta de colación”, comenta Rebeca Britos, una de las estudiantes del colegio Bernardino Caballero de la ciudad veraniega.
Tanto ella como sus compañeros del tercer año de la media emprendieron una lucha ambiental dentro de la institución en el marco de un proyecto escolar denominado Basura cero, que fue cobrando fuerza y trascendió para abarcar también la ciudad. Todos los sábados se dedican a limpiar principalmente la zona de la playa para aportar con la restauración del lago Ypacaraí.
Hasta el momento, ya extrajeron más de una tonelada de desechos de los cuales lograron reciclar cerca 200 kilos de objetos que servirán como decoración para la fiesta de graduación.
Materiales como botellas, tapitas y frascos de vidrios son los elementos que procesan, echando a volar la creatividad, agregándoles un poco de encajes, flores y otros accesorios, para que formen parte del embellecimiento de la soñada noche estudiantil con un toque ecológico.
BUENAS PRÁCTICAS. Los chicos resaltaron que esto permitirá que el festejo resulte mucho más económico, además de comentar que dentro de sus hogares también ya adoptaron una cultura distinta como el hecho de reemplazar las bolsas de plástico por las de tela a la hora de ir de compras, como también practican la clasificación de basura.
Por su parte, Raquel Rodríguez, coordinadora del trabajo, comentó que la aspiración es poder reunirse con voluntarios de otras localidades que también hacen patria limpiando la comunidad, para con ello demostrar al país la importancia de estas iniciativas.
“A veces los chicos reciben también bullyng con comentarios despectivos como que solo se dedican a juntar basura, por ello tratamos de animarlos, porque deben sentirse orgullosos de lo que están haciendo”, destacó Rodríguez.
APOYO INTERNACIONAL. Un importante respaldo para seguir realizando las limpiezas y campañas de concienciación es el recibido por la fundación Disney, que otorga un aporte de USD 1.000 a proyectos desarrollados por jóvenes y niños que tengan un impacto social. Dichos estudiantes resultaron ganadores de entre una importante cantidad de propuestas internacionales a través del plan Basura cero.
Esta ayuda, como también la efectuada por Itaipú, que entregó el sábado pasado equipos de limpieza, permitirá realizar los trabajos de una manera efectiva y no estar expuestos a la contaminación sin protección.