Núñez explicó que para construir viviendas en altura en el microcentro asunceno, se deben disminuir los precios del suelo y la construcción e implementar un nuevo esquema de gestión de vivienda, que incluya un incentivo del gobierno municipal, que permita a la Senavitat establecer cuotas accesibles de pago de cuotas, que no sobrepasen G. 1.500.000, que es el costo de un alquiler precario en la actualidad. “La situación del microcentro no es sencilla, pero eso no significa que no haya otras oportunidades en las zonas de amortiguamiento del centro que también hay que desarrollarlas. Si se toma toda la capital, se llega a la conclusión de que Asunción está perdiendo población, así que hay que comenzar a densificar la ciudad y a generar soluciones accesibles para la gente”, sostuvo la titular de la Senavitat.
Núñez estimó que el gran desafío para los subsiguientes gobiernos nacionales será el de mantener a la vivienda como el centro de las políticas sociales para los próximos 25 años. “Si los sucesivos gobiernos no ponen a la vivienda en el centro, estarán cometiendo un grave error, porque el proceso de urbanización que vive el Paraguay es irrevercible”, señaló.
Agregó que si se llegan a altas tasas de urbanización y concentración de la población en centros urbanos, sin una planificación efectiva de dónde y cómo vivirá la población, terminaremos teniendo ciudades mal planificadas, con familias viviendo en situación precaria.