EMERGENCIA. Los bolivianos son orgullosos por la producción de gas que tienen, por los precios bajos de los combustibles, pero La Paz está padeciendo la carencia de agua potable. Hay sequía y a eso se agrega que los tubos de distribución ya cumplieron sus años de vida útil. En la zona céntrica de la capital boliviana ayer se enseñorearon los manifestantes, que reclamaban intervención inmediata al Gobierno. En la zona sur, donde se construyó el nuevo centro, hace cinco días no tienen agua potable.
AÑORANZAS. Cuando uno habla de fútbol con un ciudadano boliviano, rápidamente ellos evaden hablar de la actualidad futbolística, que atraviesa una de sus peores crisis, por la división dirigencial reinante y su efecto en los resultados deportivos negativos. Prefieren recordar la clasificación y la participación de la Verde en el Mundial USA 1994. Recuerdan con nostalgia a los “héroes” como denominan a los Marco Antonio El Diablo Echeverry, Milton Melgar, el ex Cerro Porteño, Luis Cristaldo, entre otros.
CAUSÓ RONCHAS. Las declaraciones de Nelson Haedo Valdez, en la conferencia de prensa que se realizó en Albiróga, tuvo enorme repercusión en Bolivia. Los programas deportivos televisivos y radiales, más los medios escritos, reaccionaron por las expresiones del León Guaraní. Este había dicho que jugar en La Paz es inhumano por los efectos de los 3.650 metros de altitud.
no es un mito. La altura de La Paz es una de las más temidas, comentadas, criticadas y respetadas. En las primeras 48 horas de nuestra estadía en la capital boliviana, junto con mi compañero de cobertura, no sentimos mucho los síntomas que produce la falta de oxígeno y empezamos a dudar de todo lo que se comenta. Pero en el tercer día ya sufrimos dolores de cabeza, náuseas, fatiga e insomnio.
Los efectos son reales, no un mito, y el cuerpo acusa recibo. El oxígeno natural que se generó en el llano disminuye y la memoria biológica entra en conflicto.
compro entradas. En la previa del partido se habló mucho de la escasa expectativa que generaba este juego para los bolivianos. Tanto que 24 horas antes la directiva de la Federación decidió promocionar la venta, empleando el popular 2 por 1.
A pesar de aquello, no faltaron los revendedores que, al igual que en nuestro país, se acercaban a las personas y decían “compro entradas si le sobran”.