Su construcción comenzará el año que viene y tendrá un coste total de 117 millones de dólares. 81 millones de dólares se gastarán en su construcción. Cinco millones de dólares en su fiscalización. Y seis millones de dólares en sacar a las familias sobre cuyas casas va a construirse. Unas 500 familias que son alrededor de 2500 personas. Dos millones de dólares para los pocos que tienen título y cuatro millones para los miles que no lo tienen.
Hay una injusticia que hace pensar. Y lo primero es que este proyecto de la Avenida Costanera poco o nada tiene que ver con la disminución de la pobreza.
Para nada se contó al hacer su trazado con los pobladores bañadenses. De haberse hecho, estaría trazada sin romper en dos partes a la población que va a quedar seis metros por los dos lados más baja que la avenida.
La segunda la propuso una docente: siendo esta avenida de un tránsito de muchos miles de coches, que irán a gran velocidad, ¿cómo la atravesarán sin peligro los niños que tengan que ir a la escuela , si no hay previsto ningún puente para ellos?.
Absurda en su trazado esta prolongación de la Costanera.
Ahora el Senado ha aprobado que se desaloje de bañadenses que estorben para su realización. Son familias empobrecidas, expulsadas por la soja del campo y esto no interesa a los senadores.
Nuestra respuesta es que los que aprobaron esta ley y sus partidos tampoco nos van a interesar a los bañadenses. No les votaremos en las elecciones.