La secta chií Movimiento Islámico de Nigeria (IMN, en sus siglas en inglés), asentada en el norte del país, aseguró que los agentes abrieron fuego contra fieles que participaban en una marcha pacífica.
Algunos testigos relataron a la prensa que al menos doce personas, entre ellas un policía, perdieron la vida en estos choques, aunque las autoridades todavía no han facilitado cifras oficiales.
El Movimiento Islámico de Nigeria es una secta chií con estrechos lazos con Irán y establecida en Zaria (norte de Nigeria), aunque sin vínculos con el extremismo del grupo yihadista Boko Haram.
El grupo religioso, liderado por Sheik Zakzaky, comenzó su actividad en 1980 en Nigeria, donde cuenta con unos tres millones de fieles.
En diciembre de 2015, el Ejército nigeriano mató a 348 personas pertenecientes a este grupo durante unos enfrentamientos en los que los soldados hicieron uso de una “fuerza excesiva”, según determinó una comisión de investigación establecida por las autoridades estatales.
El pasado mes, tres chiíes murieron y numerosos más resultaron heridos cuando la Policía reprimió un acto organizado por el grupo, alegando motivos de seguridad.
Nigeria vive bajo la amenaza constante de Boko Haram, que lucha por imponer un Estado islámico en el norte del país, lo que ha dado pie a una violenta represión por parte del Ejército federal.
