En un informe publicado hoy, AI señaló a esas fuerzas como las responsables de cometer “serias violaciones de derechos humanos, incluidos crímenes de guerra, torturas, detenciones arbitrarias, desapariciones y ejecuciones extrajudiciales” de miles de civiles que huyeron del EI.
“Los árabes suníes en Irak se enfrentan a una brutal revancha a manos de las milicias y de las fuerzas del Gobierno, y son castigados por crímenes cometidos por el grupo (terrorista)”, dijo en el informe el director de Investigación y Defensa para Oriente Medio y Norte de África de AI, Philip Luther.
El documento, titulado “Castigados por los crímenes de Dáesh (acrónimo en árabe para el EI): desplazados iraquíes abusados por milicias y fuerzas gubernamentales”, advierte sobre el riesgo de que se cometan violaciones masivas durante la ofensiva para recuperar la ciudad de Mosul, que dio comienzo ayer.
“Es crucial que las autoridades iraquíes tomen medidas para asegurar que estos horribles abusos no sucedan de nuevo. Los Estados que apoyan la lucha militar contra el EI en Irak deben demostrar que no continuarán cerrando los ojos ante estas violaciones”, añadió Luther.
Muchos de esos ciudadanos fueron forzados a abandonar sus hogares durante operaciones militares este año, entre ellas las de Faluya (centro), Al Sharqat, Hawiya y los alrededores de Mosul (norte).
El informe se basó en entrevistas a 470 antiguos detenidos, testigos y familiares de los asesinados, desaparecidos o detenidos, así como oficiales, activistas, trabajadores humanitarios y otros.
“Me pegaron a mí y a los otros con todo lo que tenían: barras de metal, palas, tuberías, cables... Nos insultaban y decían que era por venganza por la masacre de Spiker (donde cerca de 1.700 cadetes chiíes fueron asesinados por el EI)”, dijo un superviviente a AI.
Asimismo, Luther instó a las autoridades iraquíes a “investigar imparcial e independientemente todas las sospechas de tortura, desapariciones forzosas y ejecuciones extrajudiciales”.
La participación de la milicia chií progubernamental Multitud Popular en la ofensiva para liberar Faluya desató hace meses numerosas críticas de dirigentes políticos por los supuestos casos de torturas a civiles suníes.
La minoría suní de Irak se siente discriminada desde la caída del dictador Sadam Husein, también de credo suní, y ha protagonizado protestas para exigir la liberación de los presos y la anulación de la ley antiterrorista, que consideran que está dirigida contra ellos.