Wilson Ferreira
CIUDAD DEL ESTE
Era algo más que evidente. La fuerte disputa entre el clan Zacarías y los dirigentes de Colorado Añetete en Alto Paraná se mantuvo y la diferencia obtenida por Roberto González Vaesken, virtual ganador de las elecciones para la gobernación, no fue la esperada.
Vaesken fue electo por 104.539 votos, seguido por María Portillo, de la Alianza Ganar, quien obtuvo 88.248 votos y el actual concejal municipal, Celso Miranda, con su movimiento Cruzada Nacional se convirtió en la tercera fuerza electoral sumando 46.940 votos.
En todo momento hubo desconfianza entre ambos equipos y hoy se habla incluso de traición. “Hubo un crecimiento muy grande de María Portillo (aspirante a la gobernación por la Alianza Ganar) y no vimos el trabajo de mucha gente”, señaló ayer González Vaesken.
Sobre la supuesta traición de los Zacarías dijo que primero quiere hablar con todos sus apoderados y hacer un análisis. “Quiero tener la versión de mis apoderados de cada local, porque puse gente de mi confianza, independientemente de los otros”, señaló.
Ante la consulta de si tiene sospecha que le traicionaron dijo que “voces existen, pero también yo no puedo en este momento empezar a tirotear por todos lados”.
“Vamos a sentarnos, ver, analizar punto por punto y vamos a decir nombres también, porque de repente a lo mejor son una o dos personas y no una culpa en conjunto. Vamos a ver. Muchísima gente trabajó. No quiero estar faltando a la verdad”, mencionó.
Aseguró que quiere saber qué pasó en cada una de las seccionales y saber cómo actuar en las próximas elecciones. “Venimos para quedarnos. Vamos a presentar candidaturas para las seccionales, a las intendencias municipales. Vamos a ver González Vaesken para rato en el departamento”, advirtió el político colorado.
“Hay que ser sinceros, no para buscar el pelo en la sopa, sino para rectificar rumbos y a partir de allí proponer políticas y estrategias en el tema de márketing, proyecto político, sobre todo, ir aprendiendo de los errores y aciertos”, añadió.
UN DISPARATE. Ante las dudas, la respuesta no se hizo esperar y Justo Zacarías Irún admitió que no había confianza entre ambos grupos y que eso derivó en que muchos apoderados tuvieron problemas en la conformación de mesas el domingo.
“Todo quedó prácticamente a cargo de ellos y lamentablemente no lo saben hacer”, dijo. Afirmó que lo que sí sucedió es que no entraron “los mejores jugadores en la cancha, porque no se les permitió”.
Negó tal situación y que en algunos lugares se perdió “porque se perdió”. “Esto es algo que yo conozco y siempre se busca culpar al otro, no porque soy un mal candidato, porque no supe captar la simpatía, siempre está el otro, eso es un disparate.
La traición eventual a un determinado candidato no se hace en secreto, si alguien quería hacerle ganar a otro candidato, teníamos que salir a hacer campaña en la calle”, dijo.