La compañía precisó que tiene ayer un vuelo desde Egipto, sobre el que tendrá efecto la medida, y otro el sábado, mientras que no hay programados trayectos desde Turquía hasta la semana próxima.
“Los nuevos requisitos significan que los pasajeros de los vuelos afectados no podrán introducir artefactos electrónicos grandes, como ‘kindles’ (libros electrónicos), tabletas y portátiles, en la cabina del avión, y serán sometidos a más controles de seguridad en la puerta”, declaró easyJet en su comunicado.
Las aerolíneas afectadas por la prohibición de ordenadores portátiles y tabletas en vuelos hacia el Reino Unido desde Turquía y 5 países árabes tienen hasta el sábado para comenzar a aplicar la medida, dijo el miércoles el Gobierno británico.
Antes de las 00.01 GMT del sábado, la medida tendrá que estar en vigor, pero, de todos modos, dijo una portavoz del ministerio de Transportes, los pasajeros “tienen que ir ya al aeropuerto con la idea de que las medidas ya se aplican”.
Washington y Londres decidieron el martes prohibir los ordenadores portátiles y tabletas en la cabina de los vuelos con origen en varios países árabes y Turquía.
Las decisiones tomadas por las autoridades estadounidenses y aplicadas por la TSA (Administración de Seguridad en el Transporte) son normalmente consecuencia de amenazas identificadas por los servicios de información, explica a la AFP Jean-Charles Brisard, presidente del Centro de Análisis del Terrorismo.
“Algunos grupos como AQPA (Al Qaida en la Península Arábiga) intentan desde hace muchos años adaptarse de forma progresiva a las medidas de seguridad aplicadas por Estados Unidos y sus aliados, principalmente miniaturizando los explosivos”.
“Las medidas anunciadas están basadas en amenazas precisas, sin duda por este grupo (AQPA), uno de los que está más adelantado en cuanto a sofisticación, sobre todo en la miniaturización de artefactos explosivos”, agregó.
Tras el acercamiento entre miembros de AQPA y grupos rebeldes sirios, en 2014, la TSA ya prohibió las baterías descargadas en los ordenadores portátiles en los aviones, según Brisard.
Se temía que “el espacio destinado a la batería podía disimular un explosivo en miniatura de varios gramos”, precisa.
En los ordenadores portátiles y tabletas se encuentran “todos los elementos de un artefacto explosivo”, “salvo el detonador y el explosivo, que se tiene que añadir”, explica a la AFP Sébastien Caron, director general de ASCT. efe-afp