Según señalaron, el mismo día del hecho el cadáver fue inspeccionado por el médico forense Floriano Irala, en la morgue de Curuguaty. El profesional declaró en el juicio que Lovera tenía cuatro heridas de balas de potente calibre, un refilón y un orificio de salida de bala aparente.
Sin embargo, el informe médico legal presentado por el médico forense de la Fiscalía, Pablo Lemir, señala que el policía presentaba 10 heridas de perdigones de munición múltiple, todas de entrada y ninguna con salida, advirtieron desde la organización que apoya a los 11 campesinos que enfrentan un juicio oral y público.
Además, cuestionaron que Lemir no realizó la autopsia porque el Ministerio Público no lo requirió.
En el juicio oral, el forense de la Fiscalía indicó que entregó las placas radiográficas del cuerpo de Lovera a la Fiscalía. Al respecto, el defensor Amelio Sisco informó que las placas desaparecieron y no hay constancias de que hayan sido entregadas al Tribunal de Sentencia por el ex fiscal del caso y actual viceministro, Jalil Rachid.
“Si las placas desaparecen no se puede determinar con qué tipo de proyectil habrían fallecido estas personas, porque las evidencias no tienen una referencia. El testigo del peritaje sería la placa. Con la placa se puede ver el aspecto físico de los proyectiles. Sin la placa radiográfica, pierde validez el informe de Lemir”, expresó Sisco.