Por Marian Quiroga
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Ella se define como la mano derecha de Desirée Grillón, a quien considera como su madre. “Todos piensan que ella es mi mamá porque nos parecemos mucho, pero en realidad es mi suegra”, comenta Adriana Saccarello, quien está casada con Christian Gromoll Grillón desde hace un año.
Su trayectoria en la organización de eventos, ya sean privados, sociales y comerciales, se inició hace diez años. “Mi idea era ser abogada, terminé el colegio y necesitaba trabajar a medio tiempo para estudiar, empecé como una secretaria y luego fui capacitándome y aprendiendo con la experiencia y con lo que Desi me enseñaba”, relata.
La joven confiesa que con esta ocupación encontró lo que le gusta hacer. “Con este trabajo encontré mi pasión, mi vocación. Es mi primer trabajo y si Dios quiere, el último”, señala.
Su proyecto es seguir en el rubro de la organización de eventos, pero sin separarse de su compañera de hace diez años. “Quiero abrir una empresa paralela pero no separarme de Desi, hablamos sobre una fusión con mi nombre también, pero siempre bajo su supervisión”, afirma.
Apoyo familiar. En cuanto al ámbito familiar, Saccarello comenta que el apoyo es primordial, a pesar de que todos los días está en contacto laboral con Christian, su marido.
“En este trabajo uno necesita la comprensión de su familia, porque después de cada fin de semana con cinco o más eventos por día, quedás cansada. En ese caso, mi marido entiende que no pueda tener una vida social, pero igual trato de equilibrar en los días que tengo libre. Así, a veces, me tomo la libertad de no agarrar un evento un viernes o un sábado para poder disfrutar en familia”, relata Adriana. Actualmente, está en búsqueda de la maternidad. “Quiero tener hijos, en eso estamos, todo es tema de organización”, dice.
Anécdotas. Adriana contó también que gracias a la coordinación de eventos conoció a mucha gente. “Nunca imaginé que en mi vida que iba a recibir a la entonces princesa Máxima de Holanda, o coordinar un evento en la residencia del presidente, donde estuvo presente el príncipe Felipe u otras autoridades internacionales”, revela Adriana, que también hizo muchos amigos a través de su trabajo. “También hacés muchos amigos, porque en la noche del evento sos la sicóloga de la quinceañera o tenés que tranquilizar a la novia, así se forma un vínculo con el cliente”, sostiene.