El canciller explicó que los países del bloque suramericano, integrado por Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay, con Venezuela suspendida temporalmente, tienen ganas de ir delimitando el acuerdo para setiembre.
“Como dijo el canciller argentino (Jorge Faurie) es como cuando se tira una carne a la parrilla y tiene rico olor. Queremos sentir en setiembre un olorcito de la UE”, expresó Loizaga.
La cuestión más conflictiva entre el Mercosur y la Unión Europea es la agrícola, un tema “sensible” para ambos bloques, como destacó Loizaga.
Al margen de estas discrepancias, el canciller valoró el futuro acuerdo como “un ejemplo abierto al mundo de que (Mercosur y la UE) son dos bloques que quieren integrarse comercialmente sin ningún tipo de restricciones”.
Proteccionismo. Loizaga hizo énfasis en “las líneas o señales de proteccionismo” que se aprecian en algunos países y destacó que la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y sus 263 millones de habitantes suponen “un mercado muy interesante para la UE”.
Los plazos que manejan los representantes de Mercosur apuntan a que las negociaciones pueden “concluir para el mes de diciembre”, aunque “lógicamente después hay un proceso que tiene que seguir”, según el canciller.
Los países del Mercosur volverán a reunirse esta semana y uno de los puntos del encuentro será “tratar el avance en las negociaciones con la UE”.
La presidencia temporal de Argentina será traspasada a Brasil, que presidirá el grupo del Mercado Común hasta el próximo diciembre.
El traspaso de la presidencia semestral del Mercosur será el próximo 21 de julio en la ciudad argentina de Mendoza, durante la cumbre que reunirá a los mandatarios de los cuatro países fundadores.
La presentación de las propuestas comerciales entre el Mercosur y los países de la Unión Europea se llevó a cabo en Bruselas el pasado 11 de mayo de 2016.