“La gente del Banco Mundial llega en un plazo de un mes. En las próximas semanas estaríamos firmando un contrato con ellos y a partir de allí comenzar a mover las reservas para tener un mejor retorno”, dijo ayer el presidente en conferencia de prensa.
Añadió que este movimiento será paulatino y colocado en los lugares que ofrezcan la mayor garantía posible. De hecho, el titular del BCP había asegurado que no se iba a “timbear” con las reservas y que una de las primeras inversiones sería en bonos del tesoro de los Estados Unidos, que tiene el menor riesgo financiero a nivel mundial.
Esta posibilidad de mover las reservas internacionales que están depositadas en bancos con blindaje es posible gracias a la resolución del sonado caso Gramont Berres, tras el fallo de una corte de Estados Unidos.