Dijo que hay interesados, pero no dio nombres ni detalles, por lo que para los acreedores resulta una maniobra para dilatar el proceso de remate. En el Ministerio de Industria y Comercio también desconocen a los presuntos interesados en hacerse cargo de una empresa que hoy no estaría valiendo más de USD 40 millones y debe USD 80 millones.
Codas manifestó que estaban enviando una nota formal al Banco Familiar, entidad fiduciaria, para “salir juntos a vender toda la empresa y no correr el riesgo de que se venda parcialmente, se remate y quede ya sin posibilidad de volver a funcionar”. La propuesta llegó a la entidad fiduciaria, quien hará la consulta a los acreedores.
sin cifras. El empresario se excusó de dar cifras o quiénes son los que estarían interesados en comprar la empresa. “No quiero hablar ahora sobre eso porque implicaría dar una cifra de lo que vale. Sí hay interesados. Vamos a esperar que se pronuncie el fideicomiso”, enfatizó. Consultado cómo podría haber inversores que quieran comprar una empresa con USD 80.000.000 en deudas, Codas respondió que no es necesariamente así la negociación.
Aseguró que la empresa es rentable y que él, como accionista, propone que si se llega a un acuerdo, se pague primero todo lo que corresponda y si algo le queda a ellos, bien y si no, asumen las consecuencias por lo actuado.
AUXILIO. Respecto a la ley de auxilio del Ejecutivo para subrogarse G. 15.000 millones de la deuda a cañicultores, transportistas y obreros de la empresa, dijo que cree que es la que correspondería y no la expropiación.
Adelantó que si esto se produce antes de que lleguen a concretar un acuerdo de venta, cuando esta surja, lo primero sea devolver el dinero estatal.
El empresario afirmó que él siempre va a dar la cara y que tiene todos sus bienes en garantía invertidos en esta empresa y que su eventual quiebra ya no depende de ellos.