Los centros de votación permanecerán abiertos hasta las 20.00 hora local (17.00 GMT) para que unos 2,5 millones de ciudadanos de este país báltico elijan entre las 14 listas electorales que se presentan, y que aglutinan a 23 fuerzas políticas.
Según las últimas encuestas, los partidos de la coalición gobernante, liderados por el primer ministro socialdemócrata Algirdas Butkevicius, han perdido apoyo durante una campaña centrada en la situación económica y podrían llegar a perder el Ejecutivo.
El respaldo de los socialdemócratas caía según estos sondeos por debajo del 16 %, desde el 17,2 % del mes anterior, porcentajes en todo caso lejanos al 18,4 % que obtuvieron en las últimas parlamentarias y el 20,9 % que registraron el pasado enero.
A continuación, con una intención de voto entre un 12 y un 14 %, se situaría la formación de centro-derecha Unión por la Patria/Alianza Cristianodemócratas, muy seguida por otro bloque opositor de centro-derecha, la Unión de Verdes y Agricultores, con entre el 10 y el 14 % de los apoyos, dependiendo de la encuesta.
El Partido Laborista, socio minoritario en el actual gobierno, conseguiría entre el 5 y el 7 % de los apoyos según las encuestas, al borde del mínimo legal del 5 % para acceder a la Seimas (cámara baja lituana) y muy lejos del 19,9 % que obtuvo en las elecciones de 2012.
Según el sistema electoral lituano, los 141 escaños de la Seimas se reparten de acuerdo a una doble votación paralela y para una legislatura de cuatro años.
Así, 71 diputados obtienen su puesto por sistema mayoritario en circunscripciones unipersonales, mientras que los otros 70 se distribuyen por partidos por sistema proporcional y en una única circunscripción nacional.
Este formato obliga a que para muchos de los escaños de las circunscripciones unipersonales sea necesaria una segunda votación, que tendrá lugar dentro de dos semanas, el 23 de octubre, cuando se completará la composición de la Seimas.
La situación económica ha centrado gran parte de los debates de la campaña, en la que los candidatos han chocado en una serie de asuntos, desde la desigualdad y las políticas económicas a la corrupción y las medidas para reducir la emigración de ciudadanos, por motivos laborales, a otros países de la UE.