19 abr. 2024

A toda orquesta

Guaraní demolió a Carabobo, clasificó y aguarda a Olimpia o Junior

Impensado goleador.  Jorge Morel, volante central de Guaraní, marcó dos de los seis goles. En la previa, seguro no figuraba como candidato a marcar goles.

Impensado goleador. Jorge Morel, volante central de Guaraní, marcó dos de los seis goles. En la previa, seguro no figuraba como candidato a marcar goles.

Victor Sostoa
deportes@uhora.com.py

Guaraní volvió a mostrar contundencia frente al arco rival y demolió en base a goles a Carabobo de Venezuela. El Aurinegro logró su mayor goleada en Copa Libertadores y se instaló en Tercera Fase de la competencia.

Tajante. “Seremos un equipo diferente y clasificaremos” fue la tajante afirmación de Sebastián Saja en la conferencia de prensa previa al partido revancha contra Carabobo. Basado seguramente en la gran respuesta que tuvo su equipo en la goleada por 6-2 ante Sol y las limitaciones que vio en el rival en Mérida.

TEMPRANERO. El rival a superar de entrada era la ansiedad y Guaraní tuvo un arranque arrollador. Se llevó literalmente al rival por delante y logró el gol que igualó la serie a los 4 minutos.

Viendo el desarrollo del primer tiempo, la conclusión es que el Aurinegro tardó en alargar la diferencia. Carabobo parecía cómodo aún con el 0-1 en contra, no salió de su libreto y Guaraní ya no fue el equipo avasallante, vertical de los primeros minutos.

Consiguió el segundo nuevamente con una jugada iniciada tras la ejecución de un tiro libre de Rodolfo Gamarra y luego de varios rebotes, Jorge Morel, el impensado goleador, definió ante la salida del golero visitante, para anotar su doblete copero.

Monólogo. El segundo tiempo fue prácticamente monólogo de Guaraní, que se dedicó a extender la diferencia, hasta convertirla en goleada. Además sirvió para que Rodrigo Bogarín, el goleador del semestre pasado, pueda reencontrarse con el grito sagrado del fútbol: El gol.

Otro que se hizo sentir en el arco rival, después de mucho, fue Antonio Marín, tras recibir la asistencia de Luis Caballero, que dejó en el camino al golero y luego cedió el pase.

El equipo de Sebastián Saja no tuvo necesidad de tener mucha intensidad, excesiva tenencia de la pelota, para sacar a relucir su enorme poderío ofensivo. Un dato para apuntar, la mayoría de los goles aurinegros se gestan en jugadas de táctica fija.